Revestimientos Para Fachadas

Revestimientos Para Fachadas: Los Beneficios De Usarlos

El revestimiento de las paredes es esa capa que cubre y viste la superficie aportando textura, color y protección. Dichos revestimientos para fachadas no sólo cumplen una función estética sino que también sirve para la conservación de muros y paredes.

El revestimiento para el exterior de en una vivienda se puede hacer con diferentes tipos de materiales. Algunas de las opciones más comunes, que se emplean para cambiarle la cara a una pared exterior, encontramos a la madera, la piedra, la pintura o la combinación de estos con algunos otros. La elección dependerá de la casa y el estilo que se quiere lograr.

Si bien el exterior de una vivienda dice mucho de sus moradores, ya que es la cara visible de la casa, las paredes externas sufren las inclemencias del tiempo, están en constante exposición al sol, al viento o la lluvia por lo que es importante la elección de revestimiento, más allá del gusto personal.

Sin duda, son un recurso muy utilizado tanto al rehabilitar una fachada por encontrarse en mal estado, cómo para mejorar su aspecto.

Ya que, un buen revestimiento de fachadas no solo cumple una función estética, sino que además permitirá que los materiales, muros y paredes del edificio se conserven en buen estado durante más tiempo.

Tipos de revestimientos para fachadas

No existen revestimientos para fachadas perfectos, sino que la elección dependerá del soporte en el que se vaya a aplicar. Generalmente, la mayoría de revestimientos de fachadas que existen actualmente en el mercado están confeccionados a base de resinas, ya que se trata de un elemento que aporta beneficios como la elasticidad, la impermeabilidad y la durabilidad. Resumiendo a grandes rasgos, estos son los principales revestimientos para fachadas que existen:

  • Revestimientos al silicato: Su principal característica es la elevada transpirabilidad que aportan a las superficies exclusivamente minerales como, por ejemplo, el hormigón o la piedra natural. Este tipo de revestimiento se suele emplear en la rehabilitación de fachadas antiguas por la gran petrificación que ofrece.
  • Revestimientos al siloxano: Estos revestimientos para fachadas  son perfectos y cuentan con un equilibrio entre impermeabilidad a la lluvia y permeabilidad al vapor de agua. Además, las resinas al siloxano tienen otra propiedad característica y es que aportan al revestimiento una alta resistencia a las partículas de suciedad como el polvo o la polución medioambiental. Esto permite mantener las fachadas limpias durante mucho más tiempo.
  • Revestimientos acrílicos: Son los revestimientos más populares por la facilidad de aplicación que ofrecen. Reúnen varias particularidades como una elevada impermeabilidad y transpirabilidad moderada, aunque todo dependerá de la cantidad y calidad de la resina con la que estén formulados.
  • Revestimientos al pliolite: Se trata de revestimientos ideales para emplearse en fachadas con problemas de disgregación o caleo, ya que presentan una elevada adherencia sobre este tipo de superficies, incluso cuando tienen humedad interior. Las resinas de pliolite pueden encontrarse en base agua o en base disolvente, siendo estas últimas perfectas para utilizarse en climas fríos, ya que soportan temperaturas inferiores a 5ºC.

Como escoger el revestimiento adecuado

Tras conocer los distintos tipos de revestimientos para fachadas que existen, antes de decantarse por uno de ellos hay que estudiar el soporte sobre el cual se va a aplicar para elegir el más adecuado. Para ello, hay que analizar los siguientes aspectos:

  • Material de construcción de la superficie: Existen fachadas de piedra, de cemento, de ladrillo, etc. y no todos los revestimientos son aptos para todos estos materiales. Por ello, es muy importante saber cuál es el material con el que está construida la fachada para dar con el revestimiento ideal.
  • Zona geográfica y climatología: Las fachadas están sometidas a diversos factores climatológicos en función del área geográfica en la que se encuentre el edificio. Por ejemplo, en el norte de la península los inmuebles se ven afectados por mayores niveles de lluvia y humedad; mientras que en el sur el principal problema es la incidencia de los rayos UV. Por ello, conocer las condiciones climatológicas de cada edificio también es un factor importante en la elección del revestimiento.
  • Estado previo de la superficie: Es muy importante conocer el estado en el que se encuentra la superficie en cuestión, ya que si se trata de un edificio antiguo es probable que presente problemas como grietas, fisuras, eflorescencias, manchas de humedad, etc. Antes de aplicar cualquier tipo de revestimiento habrá que reparar dichos problemas y después seleccionar el revestimiento de fachadas.

¿Porque es importante un buen revestimiento?

Los revestimientos para fachadas de las paredes es esa capa que cubre y viste una superficie. De este modo, le aporta no sólo una protección; sino que también otorga color y textura a la fachada. Por ello, su función va más allá de la simple estética, ya que ayuda a conservar y mantener los muros y paredes. 

A la hora de llevar a cabo los revestimientos para fachadas en las paredes exteriores, se pueden emplear diferentes tipos de materiales, siendo las más empleadas la madera o la piedra. En cualquier caso, el tipo de revestimiento elegido dependerá del edificio y del estilo que se quiera obtener. 

Por otro lado, es importante que se tenga en cuenta cómo es el clima de la zona, antes de seleccionar un material u otro para revestir la fachada, ya que existen determinados materiales que soportan el calor o la humedad mejor que otros. Por tanto, a la hora de seleccionar el revestimiento, se deben tener en cuenta otros factores más allá del gusto personal que se tenga.

Razones por las cual utilizar revestimientos para fachadas

  • Proporciona protección: una de las principales ventajas de revestir una fachada, es que aporta una capa de protección; al mismo tiempo que ayuda a aumentar la robustez de la fachada. Además, aparte de proteger al edificio frente a la lluvia o fuertes vientos, muchos revestimientos son aislantes térmicos y anti humedad, que ayudan a proteger la vivienda
  • Apenas necesita mantenimiento: dependiendo del material que empleemos para revestir la fachada, hay algunos que requieren bajo mantenimiento. 
  • Razones estéticas: otro de los motivos por los que optar por revestir la fachada, es por estética. Elegir un tipo de revestimiento u otro, cambia totalmente el aspecto de una vivienda, y ayuda a aumentar su valor. 

Materiales que se utilizan para revestimientos

  • Piedra: Para los revestimientos para fachadas se puede optar tanto por piedra natural, si se busca un aire clásico y elegante, aunque a un precio más elevado; como por piedra artificial, que ofrece un aspecto similar al de la piedra natural, pero a un precio que se ajusta mucho más a todos los bolsillos.
  • Madera: Gracias a su versatilidad, este material es cada vez más empleado para revestir las fachadas exteriores. Aparte de su versatilidad, este material destaca por la calidad y sencillez que desprende, que permite a los edificios diferenciarse del resto. 
  • Estuco: Es uno de los materiales más empleados en nuestro país para el revestimiento de las fachadas. Es un material muy económico y que aporta una gran resistencia. Debido a su elaboración a base de agua, cal y arena, permite lograr diferentes texturas; pudiendo incluso combinarlo con otros materiales, para lograr un acabado aún más especial. 
  • Aluminio y cristal: La mayoría de los edificios vanguardistas optan por la combinación de aluminio y cristal, que aporta un diseño moderno y elegante a los edificios. Cada vez se demandan más edificios de basados en estructuras de aluminio, con cristaleras que ofrecen una luminosidad y un estilo diferenciador. 
  • Cerámica: A lo largo de la historia, la cerámica es sin lugar a dudas uno de los materiales más empleados en el revestimiento de las fachadas. Esto se debe, tanto a su gran resistencia, como al excelente acabado que aporta. Además, la cerámica es un material muy ligero, con una gran durabilidad, y que apenas necesita mantenimiento. Por ejemplo, cada vez se impone más, revestir las fachadas con grandes baldosas de cerámica, que aportan una gran sencillez y elegancia.

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