El recubrimiento de fachadas exterior e interior es mucho más importante que su apariencia. Su presencia no solo responde a la cuestión decorativa sino que también nos ayuda a proteger, conservar y mantener la estructura de un edificio.
Por ello es importante conocer sus funciones y los materiales utilizados en cada caso.
En publicaciones anteriores analizamos las propiedades de distintos tipos de fachadas, así como las diferencias entre ellas.
Si aún no lo has hecho, te invitamos a leer nuestro artículo sobre los tipos de fachadas y la diferencia entre ligeras y pesadas. En esta ocasión, hablaremos de las funciones principales del recubrimiento de fachadas así como de los materiales más utilizados para ello.
Introducción: ¿Qué es una fachada y por qué debería importarle?
El recubrimiento de fachadas es un proceso que consiste en recubrir la superficie exterior de un edificio o construcción con un material específico para mejorar su calidad y lograr los objetivos estéticos y de protección necesarios.
El revestimiento exterior de una fachada es más importante de lo que crees, porque además de ser lo primero que notas en un edificio, su principal función es ayudar a proteger, conservar y mantener las paredes del edificio.
Sujetos al impacto directo de los agentes atmosféricos y al mal tiempo (altas o bajas temperaturas, viento y humedad), así como al paso del tiempo, los cerramientos exteriores son los más susceptibles de deterioro.
Cubrirlos con material adicional ayuda a aislarlos de estos elementos, además de decorar la superficie, agregando estilo y personalidad al edificio.
¿En qué consiste el recubrimiento de fachadas?
El revestimiento exterior de la fachada es mucho más importante que la apariencia a priori.
Ayudan a proteger, preservar y mantener la estructura de nuestros hogares. Por este motivo, siempre debe confiar en los materiales y fabricantes adecuados, especialmente cuando se trata de recubrimiento de fachadas para casas de madera.
El revestimiento de fachadas es un proceso en el que la superficie exterior de una casa o edificio se recubre con un material específico que nos permite mejorar su calidad y lograr objetivos estéticos.
Debemos saber que las paredes exteriores son más susceptibles al deterioro cuando están expuestas a todo tipo de elementos climáticos.
El material que no se debería usar
Es innegable que la arquitectura contemporánea ha puesto de moda el uso del metal en la fachada, pero si buscas la forma de incorporar elementos que aseguren su durabilidad, entonces mejor apuesta por la apuesta tradicional.
La aplicación de estos materiales al aire libre parece tener una fecha de caducidad, por lo que su fachada puede perder su brillo a largo plazo.
El factor estético ni siquiera es el más importante, pero su resistencia deja mucho que desear.
Y eso es porque los metales tienden a perder su brillo con el tiempo, la corrosión no tarda en aparecer y el mantenimiento regular se convierte en un elemento básico, lo que resulta en costos más altos.
El metal, por otro lado, no es un aislante eficaz cuando alcanza temperaturas altas en verano y temperaturas muy bajas en invierno.
Por tanto, lejos de ser considerado el mejor revestimiento para fachadas, por no hablar de la seguridad, tampoco es una buena elección, especialmente en caso de incendio.
Algunos materiales para el recubrimiento de fachadas
• Fachada ventilada:
Se instala un cerramiento exterior completo, compuesto por una placa interior, un elemento aislante y una placa interior no sellada.
Se apoyan sobre una estructura metálica de aluminio o acero inoxidable, mejorando así las propiedades térmicas del edificio mediante la ventilación y se utiliza tanto en verano como en invierno.
De hecho, se pueden utilizar diferentes materiales para el revestimiento exterior y se pueden aplicar una variedad de técnicas de construcción, como acabados de piedra, madera o cerámica.
• Sistema SATE:
Llamado aislamiento externo. En el recubrimiento de fachadas se colocan paneles de aislamiento, que se adhieren a la envolvente exterior mediante adhesivos o sistemas mecánicos. Se pueden utilizar láminas de poliestireno, corcho blanco o lana mineral.
Sobre ellos se pueden realizar tratamientos superficiales, ya sea directamente a través de diferentes materiales.
• Renderizar una capa:
Consiste en una lechada industrial predosificada a base de cemento, aditivos específicos para perfiles, áridos, fibras y agua. Se coloca con diferentes métodos y puede alcanzar un espesor de unos 15 mm, dando el color deseado.
• Mortero de cemento:
Este es uno de los elementos más utilizados tradicionalmente, ya que tiene la relación calidad-precio más competitiva. Son acabados muy duraderos, pero pueden agrietarse y descascararse con el tiempo, por lo que hay que tener en cuenta estos factores.
Después de pintar, es necesario tratar la superficie, generalmente pintura, para darle un aspecto más estético.
• Forma de aerosol de poliuretano:
Es un plástico con excelentes propiedades de aislamiento térmico y acústico, que no solo impermeabiliza las fachadas, sino que también las deja respirar. Además, tiene un buen nivel de acabado que lo hace recomendable para cerramientos de exterior.
¿Cuál es el mejor?
Hablar del mejor recubrimiento de fachadas puede ser una cuestión que responda a criterios subjetivos, pero si se quiere instalar un sistema capaz de bloquear la humedad y aislar el interior, tanto a nivel acústico como térmico, el revestimiento de piedra es la elección preferida para los que piensan más allá de la estética.
La aplicación de este material permite aumentar la eficiencia energética de la vivienda, permitiéndonos reducir las cifras de facturación a final de mes, de hecho, mejorará la valoración de la vivienda en caso de querer venderla.
Por supuesto, hay cosas que señalar sobre el recubrimiento de fachadas de piedra, como el hecho de que es más duradero y no requiere un mantenimiento continuo, por lo que es mejor para su bolsillo (evita el costo de la pintura).
¿El mejor? Esto proporciona durabilidad sin sacrificar la elegancia y la estética de las paredes exteriores.
Ya que la primera impresión que nos llevamos cuando mencionamos este material es que con este material conseguimos un aspecto tradicional, la piedra es versátil a la hora de conseguir multitud de estilos y acabados, con una gran variedad de acabados y colores diferentes.
¿Como aplicar este material?
Anteriormente, la piedra natural se usaba para muros de carga, ahora se usa casi exclusivamente para fachadas y se puede colocar de dos maneras diferentes.
En general se utiliza el método tradicional, que consiste en cubrir con cola o mortero los muros de mampostería y piedra para ensamblarlos.
Sin embargo, la piedra también se puede fijar con alfileres. En este caso, colocamos primero los soportes fijos de los muros de carga sobre los que colgaremos las losas de piedra.
Este sistema de fijación mecánica permite crear una fina capa de piel mineral, siguiendo el mismo principio que el de la fachada ventilada. Según el acabado, liso o rugoso, la piedra le dará a la fachada diferentes aspectos.
Entre las ventajas de este material, cabe destacar su alta resistencia (especialmente para el granito) y resistencia a las heladas.
Finalmente, otra ventaja que puede ser significativa es que la piedra aporta masa térmica adicional a los muros de mampostería y tiene un bajo impacto ecológico.
Por todo ello, no es de extrañar que sea considerado por los expertos en la materia como el mejor revestimiento para fachadas.
Recubrimiento de fachadas: Estilo rustico
¿Buscas un estilo rústico? El mejor revestimiento para la fachada es la piedra a base de paneles irregulares. Es un material que se extrae directamente de la cantera, sin necesidad de cortes ni manipulaciones especiales.
Los paneles pueden ser gruesos, sin embargo, lo más común es que varíen de 2 a 3 cm de espesor.
Ahora bien, en caso de que desee piedras más gruesas para resistir la intemperie, la construcción con guillotina es la mejor opción. Y es este material el que puede alcanzar un grosor de hasta 12 cm, creando una gran barrera exterior.
Y es que estos materiales no tienen límites a la hora de elegir una variedad de colores, por lo que son ideales para jugar con los tonos y texturas del recubrimiento de fachadas. Además, consiguen la simbiosis con otros materiales naturales como la madera.
Se puede conocer más sobre este y otros temas similares en RhusticaRodriguez
